Por fin la última parte de las vacaciones de Semana Santa. Esta vez el destino era Hamburgo (Alemania). Y es que Hamburgo es una opción más que interesante para tener en cuenta a la hora de hacer turismo, sobre todo una vez que ya has visitado varios pueblos y ciudades danesas, pues son todas muy similares. Además, está a unas 3 horas de coche, prácticamente a la misma distancia que Copenhague.
Cuando llegas a Hamburgo te das cuenta de que su arquitectura ya se aleja bastante de la nórdica y más parecida a lo que estamos acostumbrados a ver en España. Hacía un día espectacular para hacer turismo, incluso demasiado calor en algún momento, lo que contribuyó a que la ciudad estuviera llena de gente a pesar de ser domingo y estar todas las tiendas cerradas. Así lucía la plaza del ayuntamiento cuando llegamos a eso de las 12 de la mañana:
Nuestra primera misión en Hamburgo era encontrar una oficina de turismo donde poder conseguir un mapa y quizás algo de orientación para visitar la ciudad. Fue misión imposible, ni siguiendo las indicaciones conseguimos dar con ella. Así que después de mas de una hora seguíamos en la plaza y sin mapa, sólo unas indicaciones apuntadas por mi hermano en un "pos-it".
Justo al lado de la plaza hay un lago donde había mucha gente tomando el sol y en las terrazas de bares y donde puedes coger un paseo en barco por los canales de la ciudad, pero dependiendo de la hora puedes hacer unos recorridos u otros por el tema de la subida de la marea y eso, ya que algunos canales están secos hasta bien entrada la tarde. Nos quedamos con las ganas de dar un paseo porque los mas interesantes salían a media tarde y nos partían el día.
Pronto se hizo la hora de comer, y aprovechamos que estábamos en Hamburgo para comer... (suenan redobles)... Una Hamburguesa! (¿eh? ¿eh?, ¿Lo pilláis? :P)
Pero algo interrumpió nuestra comida, algo que jamás habíamos visto antes y que posiblemente no olvidemos jamás: "La Bier Bike" (Bici de la cerveza).
Su mecanismo es bien sencillo: Diez amigotes borrachos pedaleando una bici con barriles y un grifo de cerveza y un chófer controlando que no se líe parda.
Ah! y de regalo un Ferrari:
(Quería poner la foto y no sabía como colárosla :P)
Después de comer nos fuimos a ver la torre de una iglesia.
- ¿La torre?, ¿Y el resto?
- No hay resto, sólo hay torre.
Es una especie de tizón gigante:
La historia de esta iglesia chamuscada (o lo que queda de ella) se resume en:
- La iglesia se quema
- La reconstruyen
- Le meten un viaje en la segunda guerra mundial
- La reparan
- Le meten otro viaje en la segunda guerra mundial
- Se cansan y la dejan así
A la torre se sube por un ascensor, que alcanza los 76 metros de altura y que salía por 30 DKK con el carnet joven. Merece la pena subir, arriba hay paneles que te hablan sobre la ciudad en la Segunda Guerra Mundial. Además la entrada incluye una pase al museo sobre la iglesia.
Proseguimos la marcha camino del puerto, y pasamos por varios de los canales de la ciudad (unos con más agua que otros)
En el puerto se puede ver la noria de Hamburgo (típica, por lo visto) y hay una estructura de metal que pone (mirador) y desde la que se puede ver... nada. Bueno, miento, grúas.
Desde el puerto volvimos andando al lugar donde habíamos dejado el coche, justo en la otra punta de la ciudad. Pasamos por un parque que estaba bastante bien, pero como no había ganas de echarle de comer a los patos y parques como ese hay en Dinamarca, no nos entretuvimos mucho.
Nos faltó por ver el barrio rojo, pero vaya, la imaginación nos da para saber que íbamos a ver allí.
Esta foto no se cuando la hice, así que la pongo aquí (mismo):
A la vuelta quise aprovechar el viaje para parar en la tienda danesa de la frontera donde está todo barato, pero estaba cerrado por vacaciones (epic fail).
Resumiendo un poco. Merece la pena ir a Hamburgo si tienes un coche alquilado (aunque desde Horsens salen trenes), pero lo interesante sería hacer noche allí y poder visitar la ciudad (de día y de noche) con más tranquilidad. No es cara, los precio están a la altura de España (quizás algo mas cara) y tras pasar varios días visitando ciudades danesas se agradece ver algo diferente.
¡Espero que os haya servido de algo y toméis nota de algunos de los sitios!
Muy bien contado y muy ameno.
ResponderEliminarMe da que lo pasasteis de PM.
Besetes
A mí me gusto bastante la ciudad, merece la pena para ir un día (tampoco mucho más). Aunque no fuimos en Domingo, fuimos en Viernes Santo y por eso en la ciudad solo había turistas y estaba todo cerrado, los alemanes se habían ido de puente (vimos el atascazo que había en la autovía que salía de la ciudad).
ResponderEliminarMe he reído mucho con esta entrada xD