jueves, 30 de septiembre de 2010

Inciso: Stromae - Alors On Danse

Aquí dejo la canción que vuelve locos a todos cuando suena en la discoteca...
STROMAE - ALORS ON DANSE


domingo, 26 de septiembre de 2010

Capítulo 6: White Party

El viernes por la noche uno de los locales de aquí, el Crazy Daisy, celebró la White Party (Fiesta Blanca). Como se puede intuir, había que ir de blanco. Si ibas TODO de blanco tenías un 50% de descuento en la entrada. Normalmente vale 80DKK (algo mas de 10€).
Asique todos nos vestimos con todo lo blanco que teníamos, al menos para hacer bulto. Yo sólo tenía una camiseta y un cinturón y me tocó pagar la entrada íntegra. Además eran bastante estrictos, ¡exigían hasta el calzado blanco!

Aquí dejo unas fotos de la fiesta:

White Party 2White Party 1


White Party 3


000042


PD: Gracias a que mi pequeña me envió el "Survival Package" (Paquete de supervivencia)ya tengo el cargador de la cámara de fotos, asique ya no tendré que mendigar fotos para actualizar el blog :D

domingo, 19 de septiembre de 2010

Capítulo 5: De Compras a IKEA

Ayer sábado, aprovechando que salió un día “decente”, por fin nos decidimos a ir al IKEA a comprar algunas cosas que necesitaba desde que llegué. Para llegar a IKEA desde donde vivo hay que coger un autobús hasta la estación de trenes de Horsens (unos 15 min) y allí pillar un tren hasta Aarhus (unos 30 min). Como ya dispongo de WildCard, una tarjeta que te hace 50% de descuento en los trenes, pues saqué billete de ida y vuelta por unos 9€. Como a Chema la máquina no le cogía la tarjeta se sacó el billete en ventanilla y le dieron uno diferente al mío. Javi se sacó en la máquina sólo la ida para sacar luego la vuelta, que salía al mismo precio. Su ticket era como el de Chema, pero solo de ida.

En el tren

El caso es que nos subimos al tren, viene la revisora y nos pide los billetes  y la WiildCard. Cuando vio el mío me soltó una parrafada en danés y los tres nos quedamos mirándola con cara de Póker y dijimos:  - What? (¿Qué?) y la mujer ya se percató que no habíamos entendido “ni papa” y nos volvió a soltar la parrafada en inglés.

Resumiendo un poco la mujer me dijo que ese tipo de billete tenía que “ticarlo” antes de subir al tren en unas máquinas rojas que hay en el andén. Pero no me dijo nada, me lo marcó ella con su máquina y ya está.

El caso es que llegamos a Aarhus, la segunda ciudad más grande de Dinamarca y una de las más antiguas del país, lo cual se ve reflejado en su arquitectura. Desde luego no tiene nada que ver con Horsens, Horsens es la tranquilidad y Aarhus es el bullicio.

Aarhus

Justo enfrente de la estación hay una calle llena de tiendas, asique nos adentramos un poco y aprovechamos para mirar tiendas y echar un par de fotos, tampoco teníamos tiempo para más. Después volvimos hacia la estación de trenes a coger el autobús que nos tenía que llevar a IKEA.

Aarhus Aarhus


Catedral Aarhus

Como no teníamos muy claro dónde nos teníamos que bajar Chema le preguntó a dos chicas que iban sentadas delante de nosotros y dijeron que no tenían ni idea. Asique le preguntó al chófer del autobús y le dijo que la parada se llamaba IKEA, tal cual.. Cuando llegamos a la parada, que estaba en el polígono industrial de Aarhus, nos bajamos y las chicas a las que le había preguntado Chema también (¬¬)

Banderas IKEA

A las 13:30 llegamos a IKEA y decidimos que era el momento de comer. Asique nos pusimos en la cola del restaurante y pedimos nuestra comida típica sueca del gran almacén. Yo pedí albóndigas con patatas y  salsa de arándanos y Javi y Chema una especia de hamburguesa con una salsa rara y patatas. Yo cogí mi plato y el de Chema y me fui a la caja a pagar. La cajera me preguntó varias cosas en danés. Yo le dije a todas que sí, aunque todavía no sé que me preguntó.

Al fin nos adentramos por los pasillos interminables y retorcidos de IKEA. Yo compré lo que necesitaba: un nórdico más fino y un poco más largo, porque con el que nos dieron en la residencia me aso, una funda para el nórdico, una toalla grande y una de manos, una manta fina, un tazón, una taza, un pack de 17 tápers, una alfombra pequeña, una papelera y ahora mismo no sé si algo más. Javi y Chema llenaron un carro de cosas, además también se compraron el nórdico y la funda. Cuando estábamos en la caja decidimos jugar al Precio Justo. Javi dijo que todo costaba 925DKK, Chema dijo 890DKK y yo dije 800DKK. Primero pasamos mis cosas. 377DKK (50€), luego pasaron todas sus cosas juntas…1137DKK(unos 150€). Lástima que no hubiese una cámara de fotos lista para echarle una foto a Chema cuando vio lo que tenían que pagar, porque no tenía desperdicio. El caso es que entre los tres gastamos como 1500DKK, unos 200€. Aunque bien es cierto que algunas cosas de las que compraron ellos son para pagarlas entre los 3.

Palo en el IKEA

Así que, cargados con 3 bolsas azules gigantes del IKEA y mi mochila llena, nos volvimos a la parada de autobús para volver a Aarhus a coger nuestro tren para Horsens. Llegamos a la residencia pasadas las 6 de la tarde. Estábamos hechos polvo, asique cada uno se metió en su habitación a probar los nórdicos nuevos.

Y eso fue nuestra aventura al IKEA, nuestro palo en el IKEA según Chema. Me quedé con ganas de ver más de Aarhus, pero probablemente le dediquemos un fin de semana completo, porque creo que esa ciudad esconde muchas cosas interesantes.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Capítulo 4: La bicicleta

La bici es un elemento imprescindible si eres un erasmus. Y más todavía en estos países donde se le da prioridad a la bici frente al coche. Asique una de las primeras cosas que tienes que hacer cuando llegas a tu destino erasmus es conseguir una bici, como sea.

Hay cuatro formas de conseguir una bici en Horsens:

  • Comprándola nueva
  • Comprándola de segunda mano
  • Alquilándola
  • Robándola

Esta última opción, aunque es la más común, no es la mas aconsejable. Mas que nada porque una de las cosas que dijeron el primer día fue: “Españoles, el que robe una bici será expulsado del país, se le pondrá en el pasaporte que ha sido expulsado por robo y pasará a manos de la justicia española”.
Tal cual. No se si será verdad, parece un poco exagerado, pero acojonar, acojona.
Parece que no tenemos muy buena fama en tierras danesas...y con razón. Mas de la mitad de los españoles que tiene bici ni la han comprado ni la han alquilado...

Alquilarla es posible según pone en la página de la universidad, pero en verdad es mentira, no alquilan bicis, al menos este año.

Comprarla de segunda mano es la mejor opción, puedes encontrar gangas, pero no se la compres a un español porque probablemente sea robada. Las bicis de segunda vuelan la primera semana desde que empieza a llegar la gente. La universidad está llena de carteles de gente buscando bicis, pero es tarea imposible. En la mayoría de los casos están hechas una porquería y te tienes que rascar el bolsillo para que al menos rule.

Asique sí, me he tenido que rascar el bolsillo y comprarme una nueva.
Las bicis no son precisamente baratas. La mía valía 2000DKK, pero estaba en oferta y valía 1400DKK, pero como nos llevamos dos nos las dejaron en 999DKK, ¡asique la verdad es que no nos podemos quejar!.

Aunque todo no podía ser bueno...Cuando las compramos nos dijo el chico de la tienda que las tenía en el almacén, que saliésemos a la calle y fuésemos por detrás. Total, que para allá que vamos Javi y yo rebosantes de alegría porque al fin teníamos bici y nos íbamos a poder volver a casa en bici, pues el supermercado donde las compramos está a un paseo de la residencia. A esto que se abren las puertas del almacén y nos saca el chico las bicis...metidas en cajas. Javi y yo nos miramos, miramos al chico, el chico nos miró y nos dijo: “Aquí están, ya podéis cogerlas”. Las empujó un poco y cerró la puerta. Y ahí nos quedamos Javi y yo, con dos cajas gigantes y un paseo bastante generoso hasta casa. No hace falta decir que las cajas pesaban como dos muertos. Estuvimos un buen rato intentando encontrar la formas mas cómoda de llevarlas y la verdad es que nunca la encontramos. Nos tuvimos que conformar con la menos incómoda. Aprovechando los agujeros laterales de las cajas, supuestamente asas, cogimos los dos ambas cajas, una con cada mano, en modo “trenecito” y nos encaminamos hacia la residencia. Cada 15 metros teníamos que parar porque las cajas nos cortaban la sangre de los dedos, la gente nos miraba y probablemente pensaba “espero que vivan cerca de aquí”. Al final conseguimos llegar a casa después de un largo camino y de casi perder los dedos en el intento. 

Montamos las bicis (con algunas piezas al revés que luego tuvimos que desmontar y cambiar) y sólo faltaba lo más fácil, darle aire a las ruedas. No había problema, teníamos una bomba de aire que había comprado Chema para su bici robada encontrada. Pues resulta que tenían una válvula diferente al resto de las bicis del planeta y la bomba no valía. Asique fuimos arrastrando las bicis hasta la tienda de bicis, que también está a un paseo, a darle aire a las ruedas con una máquina que tiene en la puerta...llegamos echos polvo de empujar las bicis sin aire, pero por fin llegamos...y estaba cerrado.

Desde luego estábamos gafados con la maldita bici, a mi ya me daban ganas de tirarla al fiordo a tomar por culo. Pero nada, volvimos a casa arrastrando la bici y volvimos al día siguiente y esta vez si, le dimos aire. ¡Por fin teníamos bici!¡No me lo podía creer!

Para evitar que me la roben los españoles (solo me faltaba eso), le he comprado dos candados, el común de aquí que se pone en la rueda trasera pra que no gire y el candado “antiespañoles”, que es el que se usa para atar la bici a una farola.

Ahora ya puedo ir a comprar con ella, ir al centro en un momento sin necesidad de rascarme el bolsillo con el autobus y salir de fiesta (quien me iba a decir a mi que iba salir de fiesta en bici).

Lo malo de salir de fiesta en bici es que no puedes beber porque “tienes que conducir”. A ver quien es el guapo que se vuelve “pispao” a la residencia después de salir de fiesta, ¡y encima es cuesta arriba!

Bueno, para acabar, aquí os dejo unas fotos de mi maravillosa bici, que lo mío me ha costado entre dinero y disgustos.

P1010365 (Medium)
P1010363 (Medium)P1010364 (Medium)


Y las cajas:
CajasBicis


PD: Gracias a Javi por las fotos :P

sábado, 11 de septiembre de 2010

Capítulo 3: Fiesta De Disfraces

El jueves tuvo lugar en la universidad una fiesta de disfraces. Y cuando digo en la universidad, digo dentro de la universidad, en el hall del edificio. Si, es un poco raro hacer una fiesta por la noche dentro de la facultad y yo estaba viendo que en cualquier momento iban a llegar los antidisturbios a pegarnos pelotazos. Es lo que tiene que se pueda entrar a la universidad sea la hora que sea.

El tema de la fiesta, según nos dijeron, era “personajes de películas, dibujos animados, videojuegos... “, pero como los medios eran escasos, cada uno se puso lo que buenamente pudo.
Eso si, cada uno se llevaba su propia bebida.

Yo, aprovechando mi camiseta de superman, usé un suéter rojo que tenía para hacerme una especie de calzoncillos rojos para ponérmelos encima de los pantalones.

Cuando llegamos a la fiesta había mas bien poca gente. Habían montado unos altavoces bastante grandes y los habían enganchado a un ordenador. Había trajes de lo mas variopintos...
¡De hecho había gente vestida con traje de carnaval! ¡Cómo no se me ocurrió echar un traje de carnaval en mi maleta de 32 kilos!

Al final empezó a llegar gente y la cosa se animó bastante. Nos quedamos hasta las 3 de la mañana.

Por lo visto, al día siguiente, la gente que tenía clase a primera hora vio la universidad todavía con restos de la fiesta...


FotoFiestaDisfraces

Y aquí estoy con Georg, mi compañero de piso.

PD: Sólo tengo esta foto porque tengo la cámara sin batería y el cargador está en camino desde España. Gracias a Raquel por la foto :)

martes, 7 de septiembre de 2010

Capítulo 2: Campus Student Village

Campus Student Village es el nombre de la residencia en la cual estaré alojado (si no nos echan a todos de aquí) durante este curso. La residencia consta de 4 bloques de pisos los cuales tienen dos habitaciones cada uno, haciendo un total de 98 habitaciones por bloque. Es bastante nueva, pues la acabaron en septiembre de 2009.
La residencia está situada a unos escasos 100 metros de la universidad, lo cual para cuando haga frío está muy bien, pues sólo habrá que encoger el cuello, agachar las orejas y correr como Usain Bolt en la final de los 100 metros de los juegos olímpicoss.

Además, la residencia consta de una lavandería que por la que, por supuesto, hay que pagar. Dentro de la lavandería hace bastante calor, asique en invierno no sería raro encontrarse una timba de póker allí...

También tenemos un trastero por cada piso en el cual podemos guardar las bicis para evitar que los españoles nos las roben.

Hay más residencias a parte de la Campus Student, pero las más famosas son esta y Kamtjatka, que es donde está todo el “cotarro”, esto es, donde está la fiesta.

La única pega es que está lejos del centro y si no tienes bicicleta te tienes que rascar el bolsillo para coger el autobús.

Y eso es todo lo que os puedo contar de la residencia. Os dejo unas fotillos para que os hagáis una idea:

  - La calle de la residencia:
Calle de la Campus Student Village
  - Mi bloque:
Campus Student Village
  - El patio de mi bloque:
Campus Student Village
  - El piso:
Piso Campus Student Village
Habitacion Campus Student Village
Baño piso Campus Student Village
  - Las vistas desde el balcón:
Vista balcón

EDITO: Ante las continuos e-mails preguntando que apartamentos dan al fiordo, aquí dejo una explicación de cómo saberlo:

"Es complicado explicar qué habitaciones dan a que lado, la mía era la número 43-44 que para reservarla tienes que coger el apartamento 660-22 (el apartamento 22 tiene las habitaciones 43 y 44). De mi edificio (bloque 30) te puedo decir que los apartamentos 6, 7 y 8 dan al fiordo (planta baja), 22,23 y 24 (primer piso) también y del 2º piso los apartamentos 38, 39 y 40. Teniendo en cuenta que el los bloques hay 48 pisos (16 pisos por planta) te puedes hacer una idea de qué pisos dan al fiordo en los otros bloques..., por ejemplo en el bloque 26 (el 28 es la lavandería) darán al fiordo las habitaciones 54, 55 y 56 en la planta baja, 70,71 y 72 en la primera planta y 86, 87 y 88 en la 2ª planta. Para saberlo hay que tener en cuenta que la distribución de los bloques es la siguiente: en cada planta hay por orden númerico 5 pisos en el lateral derecho que NO dan al fiordo, 3 pisos al fondo que SÍ dan al fiordo, 5 pisos al lado izquierdo que NO dan al fiordo y 3 pisos al frente que NO dan al fiordo, dan al aparcamiento. (Ahora comparad esto con los pisos que os he dicho del bloque 30 y el 26) Pero OJO! El bloque 22 es más pequeño y tiene sólo 4 pisos en los laterales (14 pisos por planta), así que cuidadito al echar las cuentas de la vieja xD. ¡Espero haberme explicado!"

sábado, 4 de septiembre de 2010

Capítulo 1: El viaje

Tras un verano formidable en Ibiza en el que las temperaturas rondaban los 34º C, ayer aterricé en Copenhague a 15ºC.
El viaje fue, sin duda, duro. Y es que salí de casa, acompañado de mis padres, sobre las 5:20 de la mañana con destino a la terminal 2 del aeropuerto de Madrid tras haber dormido 2 horas, porque estuvimos casi hasta las dos repartiendo todo el equipaje entre la maleta y el de mano para no sobrepasar los límites. A las 8 de la mañana ya estábamos en Barajas y mi vuelo salía a las 11:05. Asique aprovechamos para almorzar, comprar un par de cosas en la librería (donde vimos a Ana Duato, la actriz de Cuéntame) y embalar la maleta de 32 kilos en plástico para evitar que me la destrozasen.

A las 10:10 atravesé las puertas de seguridad cargado con mi equipaje de mano y el portátil, que entre las dos mochilas andaban por los 15Kg y dejando atrás a mis padres entre lágrimas.
Pues bien, a partir de ahí, el viaje se me hizo eterno.

Para empezar salí con media hora de retraso, sobre las 11:35 y llegué a Copenhague sobre las 14:40.
Salí del avión directamente a la terminal con la manguera esa que enchufan a la puerta del avión, pero me fue suficiente para darme cuenta que hacia “fresquillo”. El aeropuerto de Copenhague es mas bien grande, con todo tipo de tiendas y la verdad es que tiene bastante movimiento. Desde que bajé del avión tuve que andar como 5 minutos hasta la sala donde salen las maletas. De hecho fui siguiendo a la gente, porque está indicado un poco regular.
Tras un rato de espera al fin salió mi maleta de 32 kilos y casi me caigo encima de la cinta intentando bajar ese muerto de ella.

Empujando mi carro con los tres bultos me dirigí en busca de algún sitio para cambiar euros por coronas danesas (que no encontré) y a comprar el billete para el tren que me llevaría a Horsens desde el mismo aeropuerto, sin necesidad de salir a la calle. Había dos tipos de billetes, el estándar y otro. Yo compré el estándar que era mas barato, unos 42€ frente a los 55€ del otro. ¿la diferencia entre ambos? Pues que en uno reservas asiento y con el otro no.

Como eran las 15:00 y el tren salía a las 15:40, decidí que era el momento de comer un bocadillo que me costó en el aeropuerto de barajas la friolera cantidad de 5,50€ y era una baguette de dos dedos de ancha con chorizo. Mientras comía me dio conversación un australiano al que no entendía la mitad de las cosas. Supongo que el acento australiano y el hecho de que le faltasen la mitad de los dientes no ayudaba a ello.

A las 15:40, tal y como estaba previsto, llegó el tren. Y ahí que me subí yo como pude cargado con mi abultado y pesado equipaje, que me las vi para subir los 3 escalones del tren. El tren parecía confortable, había asientos acolchados, con mesa y enchufe. Además tenía wi-fi para conectarse internet, aunque no era gratis, había que mandar un mensaje de texto que costaba unos 3€ y te llegaba otro con el nombre de usuario y la contraseña y con eso tenías 5 horas de conexión.
El caso es que intenté subir la maleta de 32 kilos al maletero de arriba, pero era imposible y una mujer se ofreció amablemente a ayudarme y casi muere en el intento, pues por poco se nos cae la maleta encima cuando ya la teníamos practicamente subida. Cuando conseguimos subirla, me senté y saqué el portátil para entretenerme, por fin estaba sentado en un asiento cómodo. Yo estaba hecho polvo.

Pero la alegría duró poco, pues en la siguiente parada vino una chica y me dijo que ese asiento lo tenía ella reservado, asique me tocó cambiarme de sitio. Pero en la siguiente parada vino otra mujer con sus hijos y me dijo que esos asientos eran suyos y me toco volverme a cambiar, el problema es que ya no había asientos libres, pues estaban ocupados por la gente que había pagado un poco mas para reservar el asiento. Los que llevábamos el billete estándar nos tocaba ir de pie y esperar a que hubiese asientos libres para poder sentarnos. El caso es que yo iba de pie y faltaban mas de dos horas de camino. La buena noticia es que conseguí sentarme la última media hora. Cuando llegó la hora tuve que pedir ayuda para poder bajar el equipaje de allá arriba sin que nadie resultara herido.

A las 18:40 llegué a la estación de trenes de Horsens y ya empezaba a refrescar, asique me coloqué el jersey y pillé un taxi hacia la universidad. El taxista era un chaval joven y hablaba inglés perfectamente, asique no tuve problemas para comunicarme con él y explicarle dónde tenía que ir.
Como no sabía dónde estaba la residencia me dejo en la universidad, que yo sabía que estaba al lado. El taxi me costó unos 11€.

Arrastrando el maldito equipaje fui en busca de la residencia. Como estaba hecho polvo y no veía nadie a quien preguntar, llame a Chema a España y me explicó dónde tenia que ir.
A las 20:20 aproximadamente llegué por fin a mi piso con mi maleta de 32 kilos y el resto del equipaje, donde estaba el que será mi compañero de piso los próximos 9 meses, Georg, austriaco.

Georg, se fue rápidamente a una fiesta y yo me quedé cenando una tortilla de patatas envasada. Después deshice la maleta, navegué un ratito por internet y a las 12:30 me fui a la cama.
El día había sido duro, muchas horas de viaje para haber dormido tan poco...resultado: ¡mas de 12 horas durmiendo!

Y eso fue mi ajetreado día de ayer, un día que no voy a olvidar en la vida.

Y la maleta de 32 kilos tampoco.